No deberíamos vivir así.

La ansiedad no es una moda, ni una condena inevitable.



Es una señal. Y merece ser escuchada en serio.


“Debe ser ansiedad.”

“Estás re ansiosa.”

“Tranqui, a todo el mundo le pasa.”


Como si fuera algo menor.

Como si no quedara otra.


Como si vivir en alerta permanente fuera parte del combo de ser adultas hoy.

Pero no.


No deberíamos vivir con el corazón acelerado todo el día.

No deberíamos acostumbrarnos a dormir mal, a respirar cortito, a tener un nudo constante en la garganta.

No deberíamos resignarnos a que sentir ansiedad sea el nuevo “estado base” de la vida.

Y mucho menos deberíamos usar la palabra ansiedad como si fuera un comodín.

Porque no lo es.

Porque nombrarla sin entenderla no ayuda.

Y porque repetirla sin conciencia la vacía de sentido y la aleja del cuidado real que necesita.


¿Qué es realmente la ansiedad?


La ansiedad no es un invento millennial ni un término de moda.


Es una respuesta emocional real y legítima, que forma parte del repertorio humano.

Es la alarma del sistema nervioso cuando percibe amenaza, incertidumbre o saturación.

La diferencia está en que antes se activaba para protegernos de peligros reales.


Hoy se activa porque el mundo está lleno de estímulos, exigencias, noticias catastróficas, redes sociales hiperactivas, y una idea de éxito que siempre queda un poco más adelante.


Según la Organización Mundial de la Salud, más de 301 millones de personas en el mundo viven con un trastorno de ansiedad, siendo uno de los problemas de salud mental más comunes. Y sin embargo, sigue tratándose como si fuera una exageración, una debilidad, o una etapa que hay que atravesar en silencio.


n América Latina, el panorama también preocupa:

Según la OPS, 1 de cada 3 personas en la región ha experimentado síntomas significativos de ansiedad desde la pandemia.

En México, un estudio reciente de la UNAM reveló que el 45% de las personas consultadas ha tenido ataques de ansiedad al menos una vez, y más del 60% convive con síntomas sin haber sido diagnosticadas.


 Mientras tanto… seguimos banalizándola.


Seguimos diciéndole “ansiosa” a cualquiera que está nerviosa, inquieta, con mil pendientes.

Seguimos creyendo que tener ansiedad es lo esperable, como si no hubiera alternativa.

Seguimos asumiendo que quien no tiene ansiedad hoy, directamente está desconectado de la realidad.


No es exageración. No es identidad. No es estilo de vida.

La ansiedad no es un adjetivo que podés usar para describir a alguien que “quiere que todo esté perfecto”.


Tampoco es una especie de “atributo de la era moderna” que vinimos a aceptar sin cuestionar.

Es un síntoma.

Es un mensaje del cuerpo.

Es una forma de decir: “Estoy desbordada.”

Y lo grave no es solo lo que genera en quien la sufre.

Lo grave es lo que genera el entorno cuando la minimiza.

Cuando los espacios laborales no la contemplan.

Cuando los vínculos la invalidan.

Cuando las redes sociales la romantizan o la convierten en meme.

Nombrar algo no significa resolverlo.

Y repetirlo sin profundidad, tampoco lo vuelve más liviano.


Hablar en serio también es sanación

No, no todos estamos ""un poco ansiosos"".

Algunas personas están luchando todos los días con pensamientos intrusivos, ataques de pánico, sensación de ahogo, hipervigilancia constante, dificultad para concentrarse, miedo paralizante.

Y esas personas necesitan respeto.

Necesitan espacios seguros.

Necesitan poder decir “me está pasando esto” sin ser reducidas a un cliché.

En La Oveja Rosa no disfrazamos la angustia de lifestyle.

No usamos palabras que duelen como si fueran parte del decorado.

Las nombramos. Las cuestionamos. Y las desarmamos.

 

Porque hablar de ansiedad con liviandad la invisibiliza.


Pero hablarla en serio… la humaniza.


Y en tiempos donde la autoexigencia se disfraza de empoderamiento,

donde el multitasking se festeja,

y donde la vulnerabilidad todavía incomoda,

elegimos decir fuerte y claro:


No deberíamos vivir así.

Sí, hay otras formas de estar en el mundo.

 Y no, no sos débil por sentir lo que sentís.


Si te sentís así, no estás sola.

Tu ansiedad no es tu identidad.

No es tu culpa.

Y no es tu destino.


#LaOvejaRosa

Donde cuestionar también es cuidarse.

Donde hablar también es sanar.

Y donde la salud mental no es tabú, es prioridad.


Atentamente, Valeria P. Silveira.


Más de mi inspiración

By X a+la+N October 7, 2025
La masturbación también previene (sí, lo dijimos)
By X a+la+N October 1, 2025
La utopía no es destino, es camino: también en tu marca
By X a+la+N September 25, 2025
El futuro no es negro, es rosa.
By X a+la+N September 1, 2025
Parece que ya no alcanza con vivir.
By X a+la+N August 13, 2025
Yo quiero ser Human Friendly.
By X a+la+N August 5, 2025
La vida no se pausa hasta que el espejo te aplauda
By X a la N July 28, 2025
Spoiler: el buen amor no te deja en visto emocional.
By X a la N July 14, 2025
Spoiler: el buen amor no te deja en visto emocional.
By X a la N July 7, 2025
Vivimos en un mundo donde el amor se scrollea.
By X a la N July 2, 2025
NO ES UN DRAMA, ES CIENCIA.