Cómo reconocer el buen amor (y no confundirlo con intensidad intermitente)

Spoiler: el buen amor no te deja en visto emocional.

El buen amor…


• Te da claridad. No tenés que leer entre líneas ni adivinar intenciones.

• Se construye con presencia real, no con reacciones en historias.

• Se siente seguro, no ansioso.

• Te escucha cuando hablás de tus límites y no los negocia.

• No te apura ni te retiene. Respeta tus tiempos.

• Tiene lenguaje afectivo consistente: no solo te dice, también lo demuestra.

• Te hace bien incluso cuando no están de acuerdo.

• No te hace sentir intensa, exagerada ni dramática por sentir.

• No desaparece. No reaparece como si nada. No “te suelta y te jala”.

• Te suma a su vida sin necesidad de que te achiques en la tuya.

• No promete futuro para evitar hablar del presente.

• No busca completarte. Te celebra entera.

• Hace que confíes de nuevo… sin tener que olvidarte de lo que aprendiste.


 ¿Y cómo sabés que estás frente a un buen amor?


✔️ Dormís en paz, no en espera.

✔️ Te sentís vos, no una versión reducida para agradar.

✔️ No necesitás escribirle a tus amigas para descifrar lo que quiso decir.

✔️ No te volvés adicta al mensaje que no llega, porque hay comunicación real.

✔️ No todo es perfecto, pero todo se habla sin miedo.

✔️ Podés bajar la guardia sin sentir que vas a salir herida.

✔️ No lo idealizás. Lo observás. Y eso también se siente bien.

______________


 Mantra Oveja Rosa del buen amor


“El buen amor no grita, no huye, no lastima.

El buen amor llega, se queda y se nota.”

“Te elige, no porque te necesita.

Te elige, porque te admira.”

“No te apaga, no te confunde, no te entretiene.

Te ve, te escucha, te sostiene.”


Recordatorio Afectivo Diario


Por si alguna vez se te olvida lo mucho que valés.

📌 Hoy me elijo. Aunque duela. Aunque cueste. Aunque el pasado me tire del vestido.

📌 No estoy para mendigar respuestas, ni para interpretar silencios.

📌 No necesito que me elijan para saber que soy elegible.

📌 Mi tiempo, mi cuerpo, mi energía y mi ternura son lugares sagrados. No se visitan por ratitos.

📌 No es orgullo. Es autocuidado.

📌 Si tengo que adivinar si me quiere… no me quiere.

📌 Lo tibio ya no me alcanza. Lo ambiguo ya no me seduce. Lo intermitente ya no me mueve.

📌 No tengo miedo de volver a amar.

Pero ya no voy a volver a elegir lo que me apaga.

📌 Hoy no espero señales.

Hoy soy la señal.

📌 Y si alguna vez dudo…

que me lo recuerde el corazón:

Estoy aprendiendo a amarme como siempre quise que me amen.


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