El mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión

Una rampa mental

La verdadera inclusión comienza cuando decidimos construir nuestra propia rampa:

¿Qué es una rampa mental?


El concepto de "rampa mental" va más allá de la construcción de accesos físicos en las calles. Se trata de crear rampas emocionales, físicas e intelectuales que permitan a las personas con discapacidad acceder plenamente a la sociedad, no solo en espacios físicos, sino también en el ámbito emocional, social y laboral.


Las rampas mentales son el compromiso más íntimo y genuino que podemos aportar para la inclusión plena. Este cambio comienza con nuestra forma de pensar y de repensarnos.


Reflexiona un momento:


  • ¿Alguna vez te imaginaste en una relación amorosa con una persona con discapacidad?
  • En tus sueños, ¿el padre o la madre de tus hijos podría ser alguien con discapacidad?
  • Cuando imaginas tu trabajo ideal, ¿incluye compañeros con discapacidad?
  • ¿Alguna vez viste en un antro o en la calle a una persona con discapacidad y, antes de percibir su falta, notaste sus lindos ojos o su cabello hermoso?



Si tu respuesta es no, es momento de reflexionar y comenzar la construcción de tu propia rampa mental.


Para inspirarte, te recomendamos estas películas que abordan la discapacidad desde diferentes perspectivas:

  • Rain Man
  • Un lugar llamado Notting Hill
  • Yo soy Sam
  • Mejor imposible
  • Mi pie izquierdo
  • Forrest Gump
  • Goyo
  • Nemo
  • Big Heroes
  • Wonder
  • Amigos


Recuerda:
A las palabras sin hechos, se les caen las letras.


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Cuando somos niñas, vivimos “primeras veces” constantemente: aprendemos a caminar, a hablar, a andar en bicicleta, a colorear fuera de la línea, a preguntar sin miedo. Cada semana trae una nueva lista de descubrimientos. Vivir es explorar. Al crecer, algo cambia: nos volvemos cautas, cómodas. El miedo al ridículo, al error o a “no hacerlo bien” nos paraliza. Sin darnos cuenta, pasan meses -o años- sin que hagamos algo por primera vez. ¿Por qué dejamos de atrevernos? ¿Por qué creemos que solo se crece cumpliendo años, y no intentando? Este blog no solo cuestiona: es una invitación a moverte desde el deseo, no desde la experiencia; a hacer espacio para lo nuevo; a recordar que todo lo que hoy dominás alguna vez te dio miedo. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez? No me refiero a lo que ya hacés con soltura, sino a lo que llevaste a cabo con las manos temblorosas, la voz insegura, el ego pidiéndote que no te expusieras. Empezar no es sinónimo de ignorancia, sino de valentía: de bajar el volumen del ego y subir el de la vida. Hacer algo nuevo te coloca en modo aprendiz: te incomoda, sí, pero también te despierta. Te obliga a escuchar, a mirar con ojos renovados, a pedir ayuda sin culpa. Te devuelve a ese sitio que el mundo adulto suele robarnos: el derecho a intentar. Nos educaron para tener respuestas antes de preguntar, para “hacerlo bien” a la primera. Pero en la vida real se prueba, se fracasa, se vuelve a intentar. Y en ese proceso aparecen cosas hermosas: Se rompe la rutina. Se activan rutas nuevas en la mente y en el corazón. Nos reconectamos con el presente. Recordamos que estar vivas implica equivocarnos sin culpa. Ser principiante también es ser valiente. Hay que tener coraje para decir otra vez: “No sé, pero quiero aprender”. ¿Cuándo fue la última vez que te permitiste tropezar con algo nuevo sin sentirte menos por eso? Este es tu recordatorio, Oveja: no sos menos por empezar de cero; sos más por animarte a crecer. Si necesitás una excusa para dar el primer paso, aquí van algunas ideas: Probar un plato diferente. Pedir ayuda sin miedo. Ir sola a ese lugar que siempre postergaste. Empezar una conversación difícil. Tomar una clase de algo que no dominás. O simplemente decir: “Nunca lo hice, pero quiero intentarlo”. Y si buscás un mantra, que sea este: “Nadie nace sabiendo, pero todas podemos renacer animándonos.” ¡Ahora es tu turno! Pásate por nuestro Instagram @soy_la_oveja_rosa y cuéntanos en los comentarios: ¿Qué hiciste por primera vez últimamente? ¿Qué nueva experiencia te animarías a probar antes de que termine el año? ¡Nos encanta leerte y celebrar cada primer paso contigo!